GRECIA Guión _________________________________________________________ El mar: para los griegos en la época antigua significaba alimento, comercio, riqueza y una ruta para ideas nuevas ... un recurso vital que hizo posible su gran civilización. Miles de años más tarde, aquella civilización todavía está con nosotros. De veras. Piénsalo... Todavía tenemos construcciones de estilo griego. Se llamaba Homero y era un poeta. Todavía leemos sus largos poemas épicos, la Ilíada y la Odisea. Han visto obras de teatro, y quizás hasta las hayan representado. Y seguro que han visto las Olimpiadas. En cierto modo, aquellas fueron visitas a otro mundo... ...a un mundo llamado la antigua Grecia. Y lo que llamamos "ruinas" son realmente las reliquias de una espléndida civilización. Los antiguos griegos cambiaron la cultura humana--para siempre. Inclusive 2.000 años después, su mundo vive a través del nuestro. Título Entonces, ¿quiénes eran estas personas que impresionan a todo el mundo? Vivieron en una península, en el sur de Europa, rodeados por el mar Mediterráneo. Hoy en día a su país le llamamos Grecia. A primera vista, parecería que los antiguos griegos no tuvieron mucha suerte en cuanto a bienes raices. En una época en que la agricultura abría las puertas de la prosperidad, su tierra natal, montañosa y rocosa, no era exactamente un sueño hecho realidad. Afortunadamente para los habitantes, ricos mares bordeaban la tierra pobre. "¿Pescado de nuevo?" era quizás la queja diaria de los niños. Lo que es aún más importante--para la historia, por lo menos--es que el mar proporcionaba una via de acceso a otros lugares. Los primeros habitantes se volvieron expertos en la construcción de imponentes embarcaciones y en la navegación. ¡Miren todos esos remos! Estaban en manos de marineros fatigados y sudorosos... ...quienes transportaban mercadería a su patria. Y su patria era un lugar llamado Creta. Enriquecido gracias al comercio, un pueblo conocido por nosotros como los minoicos construyó bellas ciudades hace 3.500 años. Por supuesto, no podían intercambiar mercadería sin dispersar algunas ideas por el camino. Algunas de las técnicas de los minoicos echaron raíces en otras partes. Alrededor del año 1600 antes de Cristo, a los micénicos--pobladores de tierra firme--les pareció buena la idea de construir barcos... ...y también la de construir lugares placenteros donde vivir. No aparenta ser mucho ahora, pero alguna vez ésta fue una ciudad muy activa. Sin embargo, para el año 1100 antes de Cristo, las hermosas ciudades micénicas se habían caído a pedazos. Nadie sabe por qué. Tal vez, los micénicos huyeron para escapar de los guerreros invasores del norte. Es probable que el pueblo micénico se haya asentado de nuevo entre otros pobladores del sur de Grecia. Se agruparon en aldeas. Hasta donde podían, se dedicaron al cultivo de la tierra y a la pesca. Evidentemente, los tiempos prósperos habían terminado. ¿O acaso no terminaron? El comercio se restableció, y alrededor del año 800 antes de Cristo una serie de aldeas llegaron a convertirse en pueblos; y unos cuantos pueblos en ciudades-estados. Las ciudades-estados más poderosas eran Atenas y Esparta. Eran como mellizas: tan similares, y al mismo tiempo tan diferentes. Y en competencia feroz entre sí. Como cualquier otra ciudad-estado, Atenas y Esparta dependían para sus alimentos de sus vecinos que trabajaban asiduamente en el campo... ...y en las fábricas. ¡Un minuto! ¿Esa es una fábrica? Bueno, no exactamente. Pero se desarrolló una gran industria en torno a los olivos y a otros cultivos. Aquí, los trabajadores están exprimiendo el aceite de olivo. En el pueblo, otro gran negocio era hacer cosas de arcilla: desde juguetes, vajillas y recipientes... ...hasta jarrones como éste. Muchos de estos artefactos hechos a mano terminaban a bordo de los barcos y servían para comerciar por todos los puertos del mar Mediterráneo. Una gran cantidad de mercadería acababa en el ágora, en el mercado y en la plaza pública en el corazón de cada ciudad. Allí, podían comprarse alimentos, esclavos, joyas y artículos exóticos importados. También se podía contratar a un abogado o a un orador. Con todo, ¡un poco más activo que los supermercados de hoy en día! Pero el mejor artículo de todos no se pagaba: las ideas. Así fue como Atenas se convirtió en la melliza intelectual. (Volveremos a Esparta--la fuerte--en unos instantes.) Los atenienses eran pensadores y polemistas apasionados. Les encantaba discutir... ...sobre todo de política... ...y de la idea, sorprendente por aquel entonces, de que una comunidad podía gobernarse sola—¡sin un rey! Esa creencia vive todavía en nuestro ideal de democracia. De hecho, la propia palabra "democracia" es un fragmento del griego antiguo. Significa "gobierno por el pueblo." Si la gente puede expresarse, empezará a hacer preguntas. Hipócrates, quien era médico, alteró la presión sanguínea de unos cuantos cuando sugirió que las enfermedades venían de la naturaleza--y no de fuerzas sobrenaturales. Aconsejaba a sus pacientes que comieran bien y que hicieran ejercicio. ¿Nunca han escuchado ustedes estos consejos? Arquímedes causó una gran sensación al explorar el mundo de la física. No metía las coronas al agua para lavarlas. Lo hacía porque había descubierto que materiales diferentes tomaban el lugar de distintas cantidades de agua. La palabra técnica para este fenómeno es desplazamiento. Acuérdense de esto en su clase de física. De todas las voces en el ágora, quizás la de mayor influencia fue la del filósofo Sócrates. Aún hoy en día, nos quemamos el cerebro con algunas de las preguntas que hizo. ¿Qué nos lleva a hacer el bien en lugar del mal? ¿Cuál es la naturaleza del amor? ¿Cómo sabemos lo que sabemos? En ese entonces como ahora, la búsqueda del conocimiento conduce a la escuela. Los atenienses se dedicaban con empeño a enseñar a sus jóvenes. Los griegos habían adaptado el alfabeto de los fenicios, y los alumnos se lo aprendían de memoria. la Ilíada y la Odisea, epopeyas atribuidas a Homero, eran el tema central de los estudios. Los héroes de Homero aparecían por todas partes--en las paredes, en relatos contados todos los días, incluso en los jarrones. Éste muestra a Aquiles matando a su enemigo. Por encima de todo, los muchachos aprendían a pensar. La escuela ateniense más famosa era la Academia, fundada por el filósofo llamado Platón. Es el que está a la izquierda en el arco del medio. Platón había estudiado con Sócrates, y a su vez le enseñó a los jóvenes más inteligentes y capaces. Pero no a todos. Los atenienses no se esforzaron mucho en educar a sus hijas. Como sus madres, las niñas se quedaban en casa. Aprendían a tejer, cocinar, limpiar y atender a las necesidades de los hombres. Mientras las mujeres de carne y hueso trabajaban fuera del alcance de la vista, las diosas y heroínas míticas ocupaban un lugar preponderante. De hecho, Atenas recibió el nombre de una mujer: Atenea, la diosa poderosa de la sabiduría. El gran gobernante Pericles construyó muchos templos, pero el más espléndido de todos fue el Partenón, en honor a Atenea. Construida con gran lujo, la estatua de la diosa contiene más de una tonelada de oro! El Partenón se erigió en lo alto de una colina que domina la ciudad. El templo de mármol fue una obra maestra de equilibrio y proporción. Las sutiles inclinaciones, curvaturas y protuberancias de los lados de las columnas lo convirtieron en una imagen perfecta de armonía y belleza. Cada relieve era espectacular. El construir un templo griego requería técnica y disciplina. Sin cemento para sostenerlas, las piedras tenían que encajar perfectamente. Y para sus huéspedes divinos, el edificio tenía que lucir de lo mejor. ¡Éste sí que es un buen trabajo! Si fueras un dios o una diosa, vivirías para siempre, tendrías poder, y podrías gobernar una parte del universo. Poseidón--este sujeto barbudo--vigilaba el mar, Afrodita cuidaba a los amantes, y Zeus mantenía a todo el mundo en orden. La gente te rezaría, te traería ofrendas y marcharía en las calles en honor tuyo. ¡Sería como ser un cantante estrella sin tener que cantar! Además si fueras un dios, se escribirían obras de teatro en tu honor.¡Las obras de Sófocles todavía pueden llenar un teatro! Los juegos olímpicos también empezaron en honor de las deidades. La competencia atlética obtuvo su nombre del monte Olimpo, donde los dioses y las diosas se entretenían en sus ratos de ocio. Las Olimpiadas significaban competencia. Los atenienses siempre se preparaban para enfrentarse a los espartanos—sus eternos rivales. Fuertes y disciplinados, a los espartanos no les gustaba perder, así estuvieran corriendo con toda su armadura... ...o luchando en una batalla. En la ciudad-estado de Esparta, de hecho, todo se hacía con el propósito de estar listos para la guerra. ¿Se acuerdan de las mellizas? Atenas la intelectual, Esparta la fuerte. Mientras que las escuelas atenienses hacían hincapié en las ideas, la educación espartana recalcaba la disciplina, el buen estado físico y la fuerza simple y llana. Miren la cara del muchacho. Está decidido a no mostrar dolor, aunque un zorro robado--escondido debajo de su capa--lo está mordiendo. Esa clase de disciplina era la marca de un buen soldado. Hasta los atenienses tuvieron que admitir que sus rivales, los espartanos, les sirvieron en la lucha. Cuando los persas invadieron a Grecia, Atenas y Esparta se unieron para luchar contra ellos. En las Termópilas, los soldados espartanos se negaron a rendirse a los invasores. La mayoría de los espartanos murió--pero ninguno se rindió. A pesar de la resistencia de los espartanos, a la larga los persas se abrieron paso a la fuerza, entraron en Atenas y le prendieron fuego a esta gran ciudad. Pero Atenas tampoco se dio por vencida con facilidad. Los atenienses podían ser filósofos y poetas, pero también eran navegantes y soldados de experiencia... ...y Jerjes, rey de Persia, vio a su flota desaparecer en llamas. Eso fue suficiente para que regresara a su patria. Desafortunadamente, también fue el final de la unión griega. Volviendo a su antiquísima rivalidad, los intelectuales atenienses... ...y los duros espartanos se enemistaron entre ellos. La guerra estalló en el año 431 antes de Cristo. Las dos ciudades-estados chocaron por 27 años. El conflicto--conocido como la guerra del Peloponeso--llevó a la victoria de Esparta sobre Atenas. Pero también dejó a toda la península empobrecida, deshecha y lista para ser conquistada. Los macedonios, los habitantes del norte, se trasladaron hacia el sur de Grecia. Pero eran conquistadores respetuosos. Alejandro, el hijo del conquistador, creció en Grecia y adoraba esa cultura. Difundió las ideas griegas a medida que su ejército avanzaba hacia Asia y Africa. ¿Ruinas? ¿Es eso todo lo que queda de la antigua Grecia? Saben que la respuesta es ... no. El espíritu de Grecia vive... y ustedes lo han visto de muchas formas. Los antiguos griegos se manifiestan cada vez que se enciende la antorcha Olímpica, cada vez que las naciones se unen--en paz--para rendir homenaje a la excelencia. Los oradores griegos pueden haber muerto hace mucho tiempo, pero su pasión vive todavía en las naciones dedicadas a la asombrosa idea de dejar que la gente se gobierne a sí misma. Los antiguos dramaturgos griegos dejaron de escribir hace siglos, pero sus obras todavía conmueven al público moderno. Los constructores modernos todavía pueden aprender varias cosas de los arquitectos griegos. Y lo que es más importante, los antiguos griegos perduran dondequiera que haya hombres y mujeres haciendo un esfuerzo por aprender, amar y aplicar las lecciones de su sabiduría.